miércoles, 30 de enero de 2008

UN AMOR COMO NINGUNO (III)



                                           Casa barco (a pocas cuadras  del Camping)   
                                                                                        Pehuen-Co

                                                               

    Su presencia se fue haciendo cada día mas preciada para mí, me sentía también acompañada y por sobre todas las cosas protegida, algo que en 18 años no me había ocurrido nunca, venía de una separación reciente, a su lado yo era una mujer que podía sentirme débil porque él estaba allí para cuidarme, contenerme, que todo el peso de la vida no caía solo en mis hombros. Su presencia se hizo cada día mas necesaria. Aún no me daba cuenta de ello negándome a ver lo que en mí también iba naciendo por ese hombre dulce, tierno, contenedor, con un carácter fuerte eso sí, pero con esa fortaleza que da la vida cuando se la ha tenido que vivir con esfuerzo y lucha, trabajo, dedicación y coraje.

    Los meses de vacaciones llegaron a su fin y aún en ese momento no tenía yo en claro lo que me sucedía, habíamos hablado en forma hipotética de una posible relación entre ambos, pero siempre en mí surgía la duda de lo que pasaría con su familia frente a una relación cuyo abismo eran 34 años de diferencia. La gente en general no cree en el amor de dos personas cuya diferencia de edad es como la nuestra. Hemos escuchado cosas como: “pero Ernesto puede ser tu hija”, o “Ángela puede ser tu padre, es mayor que tu madre”. Lo cierto y real es que ni yo era su hija ni él era mi padre, éramos sencillamente un hombre y una mujer necesitados ambos de amor, de compañía, de comprensión. Nada ni nadie tenía derecho a opinar por nuestros sentimientos, y al fin y al cabo a nosotros poco nos terminó importando lo que dijeran y pensaran, más de una vez nos reíamos de lo que imaginábamos la gente decía al vernos. Creo que no nos equivocábamos pero nunca nos avergonzamos por lo que sentíamos. Con el tiempo comprendí lo privilegiado que habíamos sido, a él la vida, Dios o el destino como quieran llamarlo le había dado una nueva oportunidad de enamorarse como un adolescente, con esa pasión y esa entrega que se tiene cuando se enamora por primera vez, y a mi la oportunidad de conocer el amor verdadero y afirmar lo que siempre había soñado y creído, el amor existía y era verdadero, no una fantasía, un espejismo como alguna vez había pensado frente a mi fracaso matrimonial.

    Al término de las vacaciones entre Ernesto y yo solo había habido algún beso, mucha ternura y horas de charlas en las que él quería conocer todo sobre mí y mi relación anterior. Jamás olvidaré una noche de lluvia, habíamos terminado de cenar, mis hijos nos habían dejado solos a la luz de una vela. No piensen que habíamos preparado una noche romántica, no, nada de eso, se había cortado con la tormenta la luz. Cosa muy habitual en lugares chicos y más hace tanto tiempo.

   Me oía atentamente y preguntaba con mucho interés. Después de haber escuchado las historias vividas en mi matrimonio, me miró a los ojos, me tomó la mano y me cantó parte de un tango muy conocido, como buen tanguero en las letras de un tango definió parte de mi vida según él la había percibido; con esa voz hermosa y afinada que poseía me cantó con una nube que empañaba su mirada producida por la emoción, “ …Se adivina con mirarte que no te han querido bien…”, palabras que calaron muy hondo en mí y que jamás olvidé. Ernesto se encargó de que nunca más me sintiera mal querida.

    Creo firmemente que desde ese momento él tomó mi mano y ya nunca la soltó, y fue para cambiar esa frase, fue para quererme, cuidarme y ser mi Ángel guardián por 20 años.

Texto: Ángela T Grigera
Imagen: Tomada de Google


5 comentarios:

fgiucich dijo...

Estos amores que parecen imposibles se convierten, con el tiempo, en verdaderas fortalezas. Abrazos.

Hot Woman dijo...

Que emoción leer tu blog, que lindo amor el de ustedes y de hecho tus lindas palabras llegarán a él.
Un besote

Anónimo dijo...




Pucha puedo parecer cursi,
pero te escribo con lagrimas en los ojos y un nudo en la garganta..
Que bonito detalle el tuyo de hacer este blog y dedicarselo al amor de tu vida..

Me encanto..

De todas maneras volvere a visitarte..


Un beso.

Kim Basinguer dijo...

Que historia de amor mas bonita.

Anónimo dijo...

Me encanta que compartas esta historia de amor y sus comienzos. Soy una buena oyente y lectora de anecdotas, asi que espero más, de ser posible.
Gracias, es bueno saber que el amor existe y dura por sobre todas las cosas, yo tambien tengo ese ejemplo en mis padres y espero tener la misma fortuna.
Saludos